BIOLOGIA DE LA PULPA Y LOS TEJIDOS PERIAPICALES
Dra. Ivna
Vivar M.
La pulpa dental pude ser definida como un tejido conjuntivo laxo especializado,
localizado en el centro del diente, circundado por un tejido duro y rígido denominado dentina.
Entre estos tejidos, dentina y pulpa, se
establece una relación de
interdependencia que hace que sean
reconocidos como integrantes de un mismo complejo, el complejo pulpodentinario.
Los eventos que ocurren en la dentina
repercuten en la pulpa y viceversa.
La armonía del complejo puede ser comprometida
si los tejidos circundantes sufren alguna forma de agresión, que puede llegar a
la pulpa por el sistema de conductos radiculares y de túbulos dentinarios.
Por otra parte, las patologías pulpares de
origen inflamatorio pueden comprometer sus tejidos circundantes.
Lo que hace única a la pulpa dentaria es su
confinamiento entre las paredes rígidas de un tejido que ella misma formó, relacionándose con el medio externo a través
del foramen o foraminas apicales, así como de conductos laterales.
Esto da a la pulpa un ambiente de baja
tolerancia pues el sustrato nutricional proviene de la vascularización que
cruza los pequeños forámenes y foraminas.
Embriología
La pulpa dental se origina de un tejido
conectivo mesenquimático inmaduro, que es la
papila dental. Este tejido se encuentra rodeado por el órgano
del esmalte y por un tejido conectivo fibroso laxo, llamado saco
dentario. El órgano del esmalte forma el esmalte, la papila dental
participa en el desarrollo de la dentina y la pulpa, y el saco dentario da
origen al periodonto.
Las células de la papila dental emiten unas
prolongaciones que la atraviesan y
contactan con las del epitelio interno del órgano del esmalte. A partir de ese momento se genera un proceso de inducción
recíproca en que la maduración celular se inicia.
El epitelio interno del órgano del esmalte se
encuentra separado de la capa de células mesenquimatosas indiferenciadas más
periféricas de la papila dental por la membrana basal.
El tejido mesenquimatoso de la
papila dental influye en la diferenciación del epitelio interno del órgano del
esmalte hacia ameloblastos y bajo su influencia, las
células externas de la papila dental se derivan en odontoblastos
los que depositarán la primera capa de
predentina.
Una vez mineralizada la primera
capa de dentina, los ameloblastos
producirán la primera capa de esmalte.
Al mismo tiempo la papila dental
adyascente es invadida por vasos y nervios y empieza a diferenciarse en pulpa dental.
Los extremos más apicales del epitelio
externo e interno del órgano del esmalte
están en íntimo contacto constitu-yendo
el asa cervical.
Formación de la raíz
El desarrollo radicular se
inicia en la región más cervical de la corona, la que corresponderá al futuro
cuello dentario.
El asa cervical en su
crecimiento y desarrollo posterior forma
la vaina epitelial radicular de Hertwig, que delimitará la
futura pulpa del diente y será la responsable de la formación, número, tamaño y
forma de las raíces, que iniciarán su formación una vez formado el esmalte.
Los odontoblastos radiculares se
diferencian a partir de células mesenquimáticas de la periferia de la papila
dentaria, bajo la inducción del epitelio interno que ha pasado a constituir
parte de la vaina radicular epitelial . A medida que las
células epiteliales de la vaina radicular encierran a la papila dental en expansión, se inicia la
diferenciación del odontoblasto radicular.
En dientes multirradiculares la vaina emite dos o tres lengüetas
epiteliales o diafragmas en el cuello, dirigidas hacia el eje del diente
destinadas a formar, por fusión, el piso de la cámara pulpar, una vez
delimitado el piso proliferan de manera individual en cada una de las raíces.
La dentinogénesis de la raíz se inicia una vez que se ha completado
la formación del esmalte y ya se encuentra avanzada la deposición de dentina
coronaria.
Una vez que los odontoblastos
radiculares se diferencian totalmente,
empiezan a producir dentina.
La dentina radicular se forma progresivamente
en sentido corono apical, con la peculiaridad de que se deposita sobre la vaina
epitelial radicular de Hertwig en lugar de
sobre la capa de ameloblastos, quedando posteriormente recubierta por
cemento.
La contracción que se produce al
mineralizarse la matriz de la dentina, origina la fragmentación de la vaina
epitelial.
Así esta pierde su continuidad y
la dentina recién formada entra en contacto directo con el mesénquima
adyascente.
Al entrar en contacto las células mesenquimatosas del saco
dental con la dentina recién formada se induce la diferenciación de
cementoblastos que iniciarán la génesis
de la matriz cementaria.
Estas células transformadas en cementoblastos depositan una matriz de precemento sobre la
dentina.
La formación de la matriz de
precemento ocurre desde la superficie interna hacia el exterior. A medida que se va formando una nueva capa de
matriz orgánica la mayor parte de los cementoblastos retroceden,
formándose un cemento acelular.
Debido a que la formación del último tercio es
más rápida, los cementoblastos quedan englobados en la matriz que forman,
contituyendo el cemento celular.
Cuando la vaina epitelial ha
alcanzado su longitud máxima, se dobla hacia adentro circunfencialmente
constituyendo el diafragma epitelial. Esta estructura marca el límite más inferior de la raíz y envuelve el
agujero apical primario, que es la abertura por la que entran y salen nervios y
vasos sanguíneos de la cavidad pulpar.
En los ùltimos momentos de la
formación radicular la capacidad proliferativa de la vaina epitelial radicular
de Hertwig se encuentra disminuida.
El foramen apical se reduce por
el cambio de angulación del diafragma epitelial y más tarde se angosta
paulatinamente por aposición de dentina y cemento.
Algunas células de la vaina epitelial radicular
permanecerán dentro del ligamento periodontal como restos de células
epiteliales. Estos remanentes, llamados Restos epiteliales de Malassez,
persisten en los tejidos, rodeando la raíz del diente por largos periodos de
tiempo, posterior a la erupción. Estos
son los precursores del epitelio que suele proliferar en lesiones
inflamatorias periapicales y, eventualmente, formar un quiste periapical.
Conductos laterales
Un conducto accesorio puede aparecer en cualquier parte a lo largo de la
raíz y determina una vía de comunicación
entre los tejidos periodontales y endodónticos.
Si la vaina epitelial se
desintegra antes de que la dentina sea formada, se produce un conducto lateral;
también puede formarse como resultado de una falta de formación dentinaria
alrededor de un vaso sanguíneo presente en el tejido conectivo.
A.- Si la vaina epitalial se rompe antes de que
la dentina radicular se forme, puede establecerse contacto directo entre el
ligamento periodontal y la pulpa dental.
B.- Un conducto de este tipo también puede
formarse si un vaso sanguíneo que viaja entre la papila y el saco dentario no
es desplazado y llenado durante el desarrollo de la raíz y la formación de
tejido duro.
Formación del hueso alveolar
A medida que progresa el
desarrollo radicular, por inducción de la vaina epitelial de Hertwig, a partir de células indiferenciadas de la capa más externa del saco dentario se
diferencian en osteoblastos ,los que producen un tejido osteoide que una vez mineralizado formará
el hueso del proceso alveolar.
Al mismo tiempo que crece la vaina epitelial
radicular, a partir de células indiferenciadas
del saco dentario se diferencian los osteoblastos que producen un tejido
osteoide que, una vez mineralizado, formará el hueso del proceso alveolar.
El estímulo para la formación de
los bordes alveolares lo proporcionan los dientes en crecimiento. La pared ósea
de los alvéolos comienza a desarrollarse al completarse la corona e iniciarse
el crecimiento radicular .
Este hueso está en continua aposición y reabsorción, debido a las modificaciones que adopta el germen dentario en su desarrollo y crecimiento.
Este hueso está en continua aposición y reabsorción, debido a las modificaciones que adopta el germen dentario en su desarrollo y crecimiento.
Formación del ligamento periodontal
A partir de las células del saco empieza a
diferenciarse un tejido conectivo muy rico en fibras colágenas y escaso en
células y vasos sanguíneos. Las fibras forman un tejido conectivo denso y se disponen
irregularmente constituyendo la membrana periodóntica en la que observamos grupos de
fibras ancladas al hueso, otras en el cemento y otras intermedias.
La formación del ligamento
periodontal se produce en sentido corono-apical. Cuando aproximadamente un
tercio de la raíz se ha formado, el ligamento
consiste de una estructura suelta de fibras colágenas producida por los
primeros fibroblastos diferenciados. Cuando en un estado maduro de la
formación, las fibras se organizan en haces reciben el nombre de ligamento
periodontal.
Histología del complejo
dentino-pulpar
Histología de la dentina
La dentina es el eje estructural del diente y
constituye el tejido mineralizado que conforma el mayor volumen de la pieza
dentaria.
Tiene un espesor que oscila entre uno y tres
mm. Esta variación se debe a su
formación continua por condiciones fisiológicas y patológicas.
Composición
Composición
La dentina es un tejido con cierta elasticidad
y permeable, compuesta por un 70% de materia inorgánica, un 18% de materia
orgánica y un 12% de agua.
La materia inorgánica está constituída por cristales de hidroxiapatita, mientras que
la materia orgánica por colágeno tipo I y proteínas.
Estructura
En la estructura de la dentina se pueden
distinguir dos componentes básicos: la matriz mineralizada y los túbulos
dentinarios que la atraviesan en todo su espesor y que alojan a los
procesos odontoblásticos.
Los túbulos dentinarios son los
conductos principales para la difusión del fluído a través de la dentina. Al
exponerse una cantidad mayor de dentina profunda al realizar procedimientos
restauradores o por caries la dentina
restante se hace más permeable.
Sensibilidad Dentinaria
Muchos estímulos son capaces de provocar una
respuesta dolorosa cuando se aplican a la dentina, tales como los estímulos
térmicos y mecánicos; en general su
sensibilidad está aumentada cuando está sobre una pulpa inflamada.
Postula la estimulación directa de las fibras
nerviosas a nivel de la dentina.
Se han postulado tres posibles teorías para
explicar la sensibilidad dentinaria:
1.- Teoría de la Estimulación nerviosa
dentinaria
2.-Teoría de del odontoblasto
como receptor transmisor nervioso.
Las prolongaciones de los odontoblastos
actuarían como receptores que transmitirían el impulso nervioso a las fibras
nerviosas de la pulpa gracias a uniones de tipo eléctrico.
3.- Teoría hidrodinámica de Brännström
Postula que el líquido dentinario se
expande y contrae en respuesta al
estímulo producido y causa desplazamiento del contenido del túbulo dentinario.
Este desplazamiento estimula los nervios pulpares, los que conducen los
impulsos dolorosos.
Histología de la pulpa
La pulpa se compone de células, fibras,
sustancia fundamental, nervios, vasos sanguíneos
y linfáticos. La disposición
de estos componentes varía según la
zona pulpar que se considere.
Composición
La pulpa dental consta básicamente de los
mismos componentes que el tejido conjuntivo laxo de cualquier otra parte del
cuerpo y se encuentra ricamente vascularizada e inervada.
Está
formada por un 75% de agua y por un 25% de materia orgánica. Esta última está
constituida por células y matriz extracelular.
Estructura
En el tejido pulpar diferenciado
se distinguen cuatro áreas desde la dentina hacia el centro de la pulpa.
1. Capa odontoblástica
Es el estrato más exterior de células de la
pulpa sana. Se encuentra inmediatamente por debajo de la predentina.
Está
compuesta por los cuerpos de los odontoblastos,
además es posible encontrar capilares sanguíneos y fibras nerviosas.
En la porción coronal de la pulpa joven, los
odontoblastos presentan una forma cilíndrica alta, lo cual determina un aspecto
de empalizada; los de la porción media
de la pulpa radicular son más cúbicos y cerca del foramen apical muestran un
aspecto de capa celular aplanada.
2. Zona oligocelular
(capa basal de Weil)
(capa basal de Weil)
Se ubica por debajo de la capa de
odontoblastos, es una zona que se
encuentra relativamente libre de células. Esta zona es atravesada por capilares
sanguíneos, fibras nerviosas y procesos
citoplasmáticos delgados de los fibroblastos.
3.- Zona
rica en Células.
Con alto contenido de fibroblastos, puede
incluir algunos macrófagos, linfocitos o células plasmáticas. Esta zona se
forma como resultado de la migración periférica de células que llegan a las
regiones centrales de la pulpa, esta migración comienza en el momento de la
erupción dentaria.
4. Zona central o Pulpa propiamente dicha.
Es un sistema de tejido conectivo formado por
células, sustancia fundamental y fibras. Contiene los vasos sanguíneos y las
fibras nerviosas de mayor diámetro. La mayoría de las células de tejido
conectivo de esta zona son fibroblastos , también se observan células
mesenquimatosas y algunos macrófagos.
Células de la pulpa dentaria
Las principales células pulpares
pueden dividirse en células de defensa, células ectomesenquimatosas,
fibroblastos y odontoblastos.
Las células de defensa son
elementos eventuales en la pulpa dentaria. Son reclutados de la corriente
sanguínea en el momento en que aparecen agentes extraños al tejido pulpar e
interactúan para crear mecanismos que ayuden a defender el tejido de la
invasión antigénica.
Odontoblasto
Es la
célula más distintiva de la pulpa dental, son las responsables de la formación
de dentina. Forman una capa que recubre la periferia de la pulpa y
poseen una prolongación que se extiende en el interior de la dentina.
El odontoblasto
es una célula que sintetiza, secreta y mineraliza, con dos divisiones
morfológicas y funcionales.
El cuerpo celular, responsable de la
síntesis de la matriz de glucoproteínas, colágeno y sustancia fundamental.
Estas
proteínas son transportadas al proceso odontoblástico, que es el órgano
secretor.
Las
ramas laterales de los procesos odontoblásticos
se interconectan entre sí a través de canales, lo cual permite la
comunicación intercelular y la circulación de
metabolitos y fluidos
a través de la
matriz mineralizada .
Fibroblastos:
Es el tipo de célula que se encuentra en mayor
cantidad en la pulpa. Son células de forma fusiforme con núcleos ovoides, que
sintetizan y secretan la mayor parte de los componentes extracelulares, es
decir, colágeno y sustancia fundamental.
Estas células se encuentran presentes a través de toda la pulpa pero tienden a
concentrarse y localizarse en el centro de esta.
Los fibroblastos tienen por
función formar, mantener y regular el recambio de la matriz extracelular
fibrilar y amorfa; tienen también la capacidad de degradar colágeno.
Se piensa que estas células pueden tener el
potencial de originar nuevos odontoblastos.
Células mesenquimales indiferenciadas
Se hallan en toda el área celular, en la zona
central de la pulpa, se relacionan a menudo con los vasos sanguíneos.
En pulpas más viejas, el número de estas
células disminuye, lo cual resulta en una reducción del potencial regenerativo
de la pulpa.
Constituyen las células de reserva de la pulpa
por su capacidad de diferenciarse en nuevos odontoblastos o fibroblastos.
Células Dendríticas
Son elementos accesorios del sistema inmune.
Se localizan en la capa odontoblástica e
intervienen en la respuesta inmunológica de la pulpa.
Macrófagos
Son monocitos que han abandonado el torrente
sanguíneo y se localizan en el tejido
extravascular.
Tienen gran capacidad de endocitosis y fagocitosis interviniendo en
las reacciones inmunológicas. Debido a su movilidad y actividad fagocítica,
estos elementos celulares eliminan hematíes extravasados, células muertas y
sustancias extrañas presentes en los tejidos.
Linfocito
Es otra célula de defensa que a veces se ve en
el tejido pulpar pero la razón de su presencia en la pulpa no ha sido bien
establecida.
La pulpa sana solamente posee linfocitos de
tipo T, estos participan en la respuesta inmunológica inicial; estas células se
activan mediante mecanismos inmunológicos ante la presencia de antígenos.
Extracelular
Los principales componentes
extracelulares de la pulpa
dental son:
fibras
y
sustancia fundamental.
Fibras Colágenas
Están constituidas por colágeno
tipo I, el cual representa aproximadamente el 60% del colágeno pulpar. Su distribución y proporción difiere según la
región. Son pocas y de forma irregular en la pulpa coronaria y en la zona
radicular adquieren una disposición paralela y están en mayor concentración.
Fibras Colágenas
Su densidad y diámetro aumenta
con la edad
En la pulpa joven hay fibrillas aisladas de
colágeno esparcidas entre las células pulpares, con la edad, estas se van
organizando en haces fibrosos.
Fibras reticulares
Están formadas por delgadas
fibrillas de colágeno tipo III sintetizadas por los fibroblastos.
Son fibras muy finas que se
distribuyen de forma abundante en el tejido
mesenquimático de la papila dental. Estas
fibras se disponen al azar en el
tejido pulpar, excepto a nivel de
la región odontoblástica
Fibras Elásticas
Son muy escasas en el tejido pulpar y se
encuentran localizadas exclusivamente en las delgadas paredes de los vasos
sanguíneos y su principal componente es la elastina.
Sustancia Fundamental
La sustancia fundamental o matriz extracelular
amorfa, está constituido principalmente por proteoglicanos y agua.
Es de consistencia similar a un gel y constituye la mayor parte del órgano
pulpar.
La sustancia fundamental rodea y da apoyo a las
estructuras. Provee de un medio interno,
a través del cual las células reciben los nutrientes provenientes de la sangre
arterial; igualmente los productos de desechos son eliminados en él para ser
transportados hacia la circulación eferente.
Fisiología del complejo dentino
pulpar
El tejido pulpar y dentinario
conforman estructural y funcionalmente una verdadera unidad biológica,
denominada complejo dentino-pulpar.
La dentina y la pulpa
constituyen una unidad estructural, por la inclusión de las
prolongaciones de los odontoblastos en la dentina; conforman una unidad
funcional, debido a que la pulpa mantiene la vitalidad de la dentina
y ésta a su vez la protege.
El complejo Dentino – pulpar es un sistema organizado de tejidos que
trabajan como una sola estructura y donde cada uno se mantiene en función del
otro. Esta relación tan estrecha y
sinérgica entre estos dos tejidos se ve reflejada de la siguiente manera:
La pulpa es capaz de crear dentina fisiológicamente
y en respuesta a un estímulo externo.
La defensa del tejido pulpar se hace principalmente mediante la
formación de dentina.
La pulpa mantiene un contacto íntimo con la dentina y cualquier
alteración de la dentina se ve reflejada en el tejido pulpar.
La pulpa contiene nervios que aportan la
sensibilidad dentinaria.
La encapsulación de la pulpa dentro de la
dentina crea un ambiente que influencia negativamente su potencial de defensa.
La pulpa mantiene su vitalidad mientras se encuentre protegida por
la dentina y la dentina puede repararse gracias a la pulpa.
Las células formadoras de dentina se encuentran dentro de la pulpa.
Vascularización
En la pulpa se establece una microcirculación
destinada a aportar nutrientes y eliminar desechos metabólicos. Los vasos
ingresan y egresan por el foramen apical y los forámenes accesorios de cada
raíz originando la comunicación pulpoperiodontal.
Las arteriolas entran en la pulpa por las
foraminas apicales formando a nivel del
centro de la pulpa un amplio plexo del que salen vasos de menor calibre hacia
la periferia y dan lugar a una red capilar en la región subodontoblástica
(plexo capilar subodontoblástico), esta red capilar es muy extensa y se
localiza en la zona basal u oligocelular de Weil.
Las vénulas acompañan a los capilares y poseen
una luz más amplia, existiendo unas anastomosis directas con las arteriolas sin
interposición capilar.
Circulación Linfática
Los vasos linfáticos se originan de la pulpa
coronaria como vasos pequeños ciegos, de paredes delgadas, cerca de la zona
pobre en células.
Los vasos linfáticos drenan hacia afuera de la
pulpa y juegan un rol importante en el mantenimiento del balance de los
fluidos.
Inervación
La pulpa dental contiene nervios
sensitivos y motores para desempeñar sus funciones vasomotoras y defensivas. La pulpa tiene una rica inervación cuyas fibras
nerviosas penetran por los agujeros apicales y se ramifican al igual que los
vasos sanguíneos. Los nervios de mayor tamaño se localizan en la zona central;
al avanzar hacia la corona y a la periferia se dividen en unidades cada vez más
pequeñas.
Por debajo de la zona celular
los nervios se ramifican, formando el plexo de Raschkow, el plexo
odontoblástico y ramificaciones en el
interior de los túbulos dentinarios.
Este estrato nervioso contiene
fibras mielínicas de conducción rápida y
su función es la transmisión del dolor dentinario, agudo y localizado.
También
se encuentran las fibras C amielínicas y de conducción más lenta e intervienen
en el control del calibre arterial y parecen estar relacionadas con sensaciones
dolorosas secundarias, radiantes y sordas.
Función
Desde su inicio hasta su fin la pulpa
lleva a cabo las siguientes funciones
Formativa
Nutritiva
Sensitiva
Protección
Función formativa
La elaboración de la dentina
está a cargo de los odontoblastos y
según el momento en que esta se
produzca se forman los diferentes tipos de dentina: primaria, secundaria o terciaria.
La pulpa tiene como función esencial formar la dentina, la capacidad
dentinogénica se mantiene mientras dura su vitalidad.
Función
nutritiva
La pulpa dental debe mantener la
vitalidad de la dentina procurando oxígeno y nutrientes a los odontoblastos y
sus prolongaciones, así como procurar una fuente continua de fluido dentinario.
El logro de la función nutritiva
es posible por la rica red capilar periférica (plexo capilar subodontoblástico)
y sus numerosas proyecciones a la zona odontoblástica.
Función defensiva o de protección
La defensa del diente y de la
pulpa en sí se realiza mediante la creación de dentina reparativa o terciaria o por las células
propias del tejido conectivo que responden ante un proceso infeccioso o no.
La formación de capas de dentina
puede reducir el ingreso de irritantes, evitar o retrasar la penetración de la
caries.
Ante un irritante la pulpa
inicia la actividad odontoblástica o produce nuevos odontoblastos para
formar nuevo tejido dentinario . Esta
formación de dentina es local y se produce a una tasa mayor que la observada en
sitios primarios o secundarios no estimulados de formación de dentina
secundaria.
Esta dentina es producida por
los odontoblastos que se encuentran directamente implicados con los estímulos
nocivos tales como caries o los procedimientos operatorios de manera que sea
posible aislar la pulpa afectada.
Función Sensitiva
La pulpa, mediante sus
terminaciones nerviosas, responde ante los diferentes estímulos o agresiones,
con una misma sensación, dolor.
Ya sea que la dentina esté
inervada o que el odontoblasto actúe
como un receptor para la sensibilidad dental a diversos estímulos como calor,
frío, presión o electricidad; un sistema complejo de nervios pulpares
transmite los impulsos desde la dentina hasta el sistema nervioso central.
Modificaciones de la pulpa con
la edad
El tejido pulpar, como cualquier
otro tejido conectivo, envejece. Algunos de estos cambios son naturales, otros
ocurren como resultado de alguna injuria.
Estos cambios se aceleran por
estímulos externos como caries, enfermedad periodontal y algunos procedimientos
odontológicos. Estos cambios son de tipo morfológico, histológico y
fisiológico.
El tejido pulpar y la cavidad que lo aloja
sufre variaciones estructurales y funcionales en relación a la edad. Estos
cambios ocasionan una disminución en la capacidad de respuesta biológica y como
consecuencia de ello, el tejido pulpar con la edad no responde a los estímulos
externos como lo hace una pulpa joven.
Cambios morfológicos
Reducción del volumen pulpar
Ocurre
como consecuencia del depósito continuo de dentina secundaria produciendo de
esta manera la disminución de la cámara pulpar y los conductos radiculares. Como
resultado de esta reducción localizar los conductos en dientes adultos o viejos
se hace más lento y difícil.
Cambios histológicos
Disminución gradual de la población celular del
tejido conectivo pulpar. La densidad celular queda reducida a la mitad en las
pulpas adultas, especialmente el perderse las células inmaduras.
Transformación progresiva del tejido conectivo
laxo de la pulpa en un tejido semidenso, ello se debe al aumento de fibras
colágenas y a la disminución de la
sustancia funda- mental amorfa.
Disminución de la irrigación e inervación
Los vasos sanguíneos de las pulpas envejecidas
disminuyen en número y algunos muestran cambios artertioescleróticos y
mineralización. Las fibras nerviosas también disminuyen como resultado de la
progresiva mineralización de las vainas de los nervios.
Cambios fisiológicos
Los cambios estructurales de la
pulpa dental como consecuencia de la edad pueden causar cambios en la
respuestas fisiológicas de este tejido y presentar menor capacidad de reacción,
de recuperación y de reparación.
Aunque las pulpas envejecidas
sean más susceptibles a los factores irritantes o menos capaces de recuperarse,
no puede suponerse que las pulpas de
individuos de mayor edad no sean propensas a reaccionar favorablemente .
Aparición de centros irregulares de
mineralización
Este fenómeno de calcificación es relativamente
común en la pulpa adulta y se incrementa con la edad, aunque ocurre en la pulpa
normal, no inflamada, tienden a aumentar en frecuencia y tamaño con la edad o ante la presencia de agentes irritantes.
Los cálculos pulpares grandes
pueden tener importancia clínica ya que pueden bloquear el acceso a los
conductos durante el tratamiento endodóntico.
Cálculos pulpares, se encuentran
preferentemente en la región coronal, están formados por sales minerales sobre un centro de matriz
predominante colágena. Se clasifican en verdaderos (poseen túbulos dentinarios)
y en falsos (sólo muestran capas concéntricas de tejido mineralizado).
Calcificaciones difusas, generalmente tienen una orientación
longitudinal, por lo que se les suele llamar calcificaciones lineales y
aparecen por lo general en los conductos radiculares.
El conocimiento de todos estos cambios tiene
gran importancia clínica, pues la capacidad de defensa en una pulpa joven, es
mayor al contar con un número más elevado de elementos indiferenciados, capaces
de neoformar odontoblastos. La capacidad de auto defensa o la posibilidad de
regeneración del tejido, no sólo depende de la edad biológica, sino también del
estado general de la salud del organismo y de la cantidad de daño tisular.
Histología de los tejidos periapicales
Los tejidos periapicales son el blanco de
atención del endodoncista, pues toda su conducta clínica se orienta a
proporcionar las condiciones para mantener o recuperar el estado de salud de
estos tejidos.
Cemento
Ligamento periodontal
Hueso alveolar
Estas estructuras se originan del saco dentario
durante la vida embriológica y se comunican con la pulpa a través del agujero
apical y los conductos laterales.
Cemento
El cemento es un tejido mineralizado que cubre
y protege la superficie externa radicular y está en relación con el espacio y
ligamento periodontal.
Carece de vascularización e inervación por lo
que se alimenta por difusión desde el ligamento periodontal. El cemento está formado por elementos
celulares y por una matriz extracelular
calcificada.
Composición
Está constituído por
materia inorgánica en un 46%, correspondiente a
cristales de hidroxiapatita;
materia orgánica en un 22%, compuesta por
colágeno tipo l y sustancia fundamental y agua (32%).
células
Cementoblastos:
Se encuentran adosados a la superficie del
cemento, del lado del ligamento periodontal. Pueden encontrarse en estado
activo o inactivos. Los cementoblastos activos suelen encontrarse en toda la
extensión de la raíz en desarrollo, pero cuando éstas ya están formadas, sólo
se les encuentra a partir del tercio medio al tercio apical, es decir, en las
zonas de deposición de cemento secundario.
Cementocitos:
Se denominan así a los cementoblastos que
han quedado incluidos en el cemento mineralizado. Estos se alojan en cavidades
denominadas cementoplastos o lagunas.
El cementocito presenta entre 10 a 20 prolongaciones
citoplasmáticas que emergen del cuerpo celular, estas pueden ramificarse y
establecer contacto con las prolongaciones de las células vecinas.
Función
El cemento tiene las siguientes funciones:
Anclaje de las fibras al ligamento periodontal
Control del ancho del ligamento periodontal,
mediante la aposición o reabsorción de cemento.
Transmisión de las fuerzas oclusales al
ligamento periodontal.
Reparación de la superficie radicular cuando se
produce fractura o reabsorción.
Hueso alveolar
Composición
El hueso alveolar contiene un 71% de materia
inorgánica, constituída por un 80% de cristales de hidroxiapatita, 15% de
carbonato de calcio y 5% de otras sales minerales.
Materia orgánica: constituida en un 90% por
colágeno tipo l y el resto por glicoproteínas, fosfoproteínas y proteoglicanos.
Células.
Células
Células osteoprogenitoras indiferenciadas de
las que se derivan los
Osteoblastos
Osteocitos
Osteoclastos,
derivados de los monocitos.
Estructura
El hueso alveolar, consta de dos regiones
distintas: una capa externa de hueso compacto, la lámina dura, en
la cual el ligamento periodontal está anclado, es de tipo fibroso y tiene
numerosas perforaciones para el paso de fibras nerviosas y vasos sanguíneos; y
una zona interna de hueso esponjoso cuya cantidad varia en
diferentes lugares.
A diferencia de la dentina, el hueso que rodea
al ligamento periodontal permite una mayor liberación de la presión que la que
presenta el tejido pulpar durante una reacción inflamatoria. Esto explica el
porqué la inflamación de la pulpa es más dolorosa que la inflamación en el
ligamento periodontal.
Ligamento peridontal
El ligamento periodontal está constituído por
un tejido conectivo fibroso, localizado en el espacio periodontal que ancla los
dientes al hueso alveolar.
Consiste de células, vasos, nervios, fibras y
sustancia fundamental.
Células
Fibroblastos
Células de reserva
Cementoblastos
Osteoblastos
Osteoclastos
Células epiteliales
(restos de Malassez)
Fibras
colágenas
reticulares
elásticas
oxitalánicas
El ligamento periodontal apical constituye un área importante ya que
debido a su gran número de células, vasos, nervios y fibras, presenta una gran
capacidad de promover cicatrización y sellado biológico del foramen apical por
aposición de cemento.
El
tejido fibroso del ligamento periodontal apical, en su mayoría de naturaleza
colágena, muestra un rico aporte vascular el cual lo diferencia del tejido
pulpar.
Del mismo modo, es importante destacar que el
ligamento periodontal apical presenta un tipo de vascularización colateral,
mientras que el tejido pulpar solo presenta uno terminal. Esto representa una
consideración importante en la cicatrización de lesiones periapicales.
La región cementodentinaria apical tiene una
forma de embudo y es donde la pulpa termina y los tejidos apicales principian.
Funcional e histológicamente, los ligamentos
perio-dontales periapicales son inseparables del tejido pulpar apical.
A nivel de la región periapical
los tejidos conectivos del conducto radicular, agujero apical y zona
perirradicular constituyen un continuo inseparable de tejido.
La relación íntima de los vasos
y terminaciones nerviosas de la pulpa y el tejido periodontal proporcionan la
base para la interrelación de las
enfermedades pulpares y periodontales.
Dentina apical
En la región apical, los
odontoblastos son menos y tienen una forma cuboidal. La dentina que estos producen, no es tan
tubular como la dentina coronaria, es más amorfa e irregular. Esto hace que la
permeabilidad de la dentina a este nivel sea más reducida, ya que los túbulos
dentinarios son los canales principales para la difusión de los líquidos a
través de la dentina.
Unión cemento-dentina-conducto
El conducto radicular se
dividide en una porción larga cónica dentinaria y una porción corta cementaria
en forma de embudo o cono invertido.
La porción cementaria tiene su
diámetro más angosto en la unión con la dentina y su base hacia el ápice
radicular.
De acuerdo con Kuttler, la unión de la dentina con el
cemento se encuentra a 0.5 - 0.7 mm de la superficie externa del agujero apical
y que mas allá de esto continúan las estructuras periodontales.
Respuesta del Complejo Dentino-Pulpar ante los
diferentes tipos de Irritantes
Los irritantes del complejo dentino-pulpar que
pueden producir inflamación o muerte pulpar son innumerables y variables, la
invasión bacteriana ocasionada por una lesión cariosa es la causa más
frecuente.
Las preparaciones, restauraciones cavitarias
inadecuadas y el uso incorrecto de ciertos materiales durante la ejecución de los procedimientos
restauradores son también causas frecuentes de irritación del órgano dentino
pulpar.
Todos estos irritantes pueden producir inflamación pulpar, la cual,
se define como una lesión leve o moderada de los odontoblastos, pueden producir
esclerosis tubular y dentina de irritación o terciara, pero una irritación
prolongada o intensa puede alterar irreversiblemente la membrana plasmática y
el núcleo de los odontoblastos, constituyendo así el primer paso de una
respuesta inflamatoria.
El tratamiento endodóntico comprende todos
los procedimientos dirigidos a mantener la salud de la pulpa dentaria o de
parte de ella.
Si la lesión cariosa es eliminada o se
detiene, sobrevendrá una reparación de tejido conectivo, si el resultado es un
daño permanente y la pulpa sufre alguna alteración o lesión irreversible, el
tratamiento va dirigido a mantener o restablecer la salud de los tejidos
perirradiculares.
bibliografía
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edición. Sao Paulo: Artes Médicas, 2005.
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Soares, I. y Goldberg, F. “Endodoncia
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